Síndrome de la cabaña: miedo a salir de casa
Síndrome de la cabaña.
Muchos son los cambios acontecidos en los últimos tiempos, a los que nos hemos tenido que adaptar. Pero además no sólo esto si no que también los hemos tenido que “normalizar”.
La pandemia sufrida por el Coronavirus o Covid-19 irrumpió en nuestras vidas de una forma brusca e inesperada, produciendo en cada uno de nosotros cambios, sentimientos y aptitudes que hemos tenido que ir gestionando y digiriendo de manera progresiva para poder entender un poco todo lo que estaba pasando a nuestro alrededor.
La forma de gestionar todos estos cambios ha sido de manera completamente diferente para cada persona. Ya que como muy bien dice el dicho “cada persona es un mundo”.
Hemos tenido que entender y adaptarnos que este virus en algunas personas es verdaderamente letal y que aún no hemos acabado con él. El peligro aún persiste entre nosotros después de tanto tiempo. Está latente entre nosotros y que ninguno estamos libre de sufrir un contagio o de contagiar a las personas que nos rodean.
Todos estos cambios sumados al miedo que aún suscita entre nosotros debido a este virus hacen que sintamos miedo, incertidumbre e incluso en ocasiones desesperación.
Todo esto nos lleva a entrar en un estado de inquietud, afectado considerablemente a nuestra salud mental.
Muchos son los casos que a raíz de los acontecimientos sufridos han aflorado en nuestro estado mental y anímico.
Fases.
A lo largo de este periodo de adaptación hemos ido pasando por varias fases. Estas fases a las que estoy haciendo referencia son las siguientes:
1.- Cuando al inicio de la pandemia cuando nos tuvimos que quedar en casa confinados para proteger nuestra salud y la salud de los que nos rodean, los primeros días nos parecía algo novedoso en lo que nos propusimos hacer durante este tiempo todo aquello que teníamos pendiente por resolver. Pero siempre teníamos de fondo la sensación de miedo y de preocupación.
2.- A medida que los días iban pasando todos entrabamos en otra fase completamente diferente. Esta fase o periodo se corresponde a la desesperación haciendo aflorar en nosotros la depresión, la ansiedad e incluso el pánico.
3.- Después de los duros días de confinamiento llegó la desescalada en la que podíamos ir saliendo poco a poco de nuestras casas.
A lo largo de este tiempo, todos convertimos nuestro hogar en una especie de refugio en donde nos sentíamos que podíamos estar seguros y a salvo del peligro. Pero además hemos convertido nuestro hogar en el centro de nuestra vida, dónde la hemos adaptado para realizar actividades tales como centro de trabajo, de estudio o incluso nuestro hogar se ha convertido en nuestro gimnasio para mantenernos en forma.
¿Qué ha sucedido cuando hemos tenido que salir de nuestras casas?
Hay personas que cuando ha llegado el momento de la desescalada o de salir de sus casas para intentar hacer “vida normal” y retomar su vida cotidiana le podían las ganas y se han adaptado a la nueva situación sin problema alguno.
Pero sin embargo otro grupo de personas les ha costado salir y de hecho aún les cuesta salir de su hogar, de su refugio. E incluso hay otras personas que aún no se han atrevido a salir de sus casas debido al miedo o más bien al pánico que sienten a un posible contagio.
Pues bien, a esta sensación de miedo que se siente a salir de su zona de confort y en cierto modo a desprenderse de su seguridad, se le conoce con el nombre de Síndrome de la cabaña.
Últimamente el Síndrome de la cabaña o el miedo a salir de casa se está tratando con mucha frecuencia en el área de la Psicología.
¿Qué es el síndrome de la cabaña o miedo a salir de casa?
Como hemos comentado anteriormente el Síndrome de la cabaña, es el miedo incontrolado de salir de casa. Este miedo produce en la persona que lo sufre una serie de pensamientos tan negativos, que incluso podemos decir que pueden llegar a rozar los pensamientos catastrofistas.
Este miedo a salir de casa se debe a que existe un miedo tan real al contagio que paraliza por completo, que estas personas son capaces de renunciar a llegar una vida dentro de lo que se puede, lo más normal posible.
Hay que decir que, desde el punto de vista de la Psicología, que hoy en día el Síndrome de la cabaña no se considera una enfermedad mental. Si no una serie de conductas provocadas por una situación.
Síntomas del Síndrome de la Cabaña
Los síntomas que experimenta una persona que padece el Síndrome de la cabaña van a ser muy variados e incluso la intensidad de ellos van a variar también de una persona a otra.
Decimos que son variados ya que este miedo a salir de casa, puede llegar a afectar a varias áreas o a varios niveles. Estos niveles a los que estamos haciendo referencia son los siguientes:
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ÁREA COGNITIVA.
Los síntomas que experimenta el paciente a este nivel son:
– Como hemos comentado anteriormente, surgen en él una serie de pensamientos catastrofistas que no puede controlar.
– Todos estos pensamientos negativos, hace que el paciente entre en bucle.
– Aparece un grado importante de falta de concentración.
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ÁREA FISIOLÓGICA.
Es en este nivel dónde van a ser más llamativos los síntomas que el paciente experimente. Pues bien, a nivel fisiológico el Síndrome de la cabaña produce en el paciente los siguientes signos:
– Taquicardia.
– La respiración va a ser más rápida y además va a ser más superficial. -es decir, va a sufrir hiperventilación.
– Va a aparecer un aumento de la sudoración cuando se tenga que enfrentar a la situación de tener que salir de casa.
– El sueño se va a ver también alterado, de tal forma que puede aparecer insomnio.
– Experimenta una sensación de mareo.
– Y por último el paciente va a experimentar una sensación de hormigueo tanto en sus manos como en los pies.
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ÁREA PSICOLÓGICO Y/O EMOCIONAL.
A nivel de la salud mental del paciente, también los síntomas son muy característicos. Estos signos que el paciente siente son los siguientes:
– Por lo general suele estar nervioso. Pero este nerviosismo se acentúa aún más en el momento que tiene que enfrentarse a salir de casa.
– La persona que sufre el Síndrome de la cabaña suele tener signos o síntomas depresivos.
– Casi siempre tiende a tener un estado de angustia que es casi permanente.
– Vive en una constante sensación de miedo que incluso a veces puede llegar a rozar el pánico.
– El paciente con el Síndrome de la cabaña, en muchas ocasiones es consciente de lo que le sucede por el hecho de tener miedo a salir de casa. Es por esto que a veces se intenta subsanar la situación y hacer frente a esta circunstancia. En ocasiones puede ser superada, pero la mayoría de las veces, aunque lo intenten no lo consiguen, es por ello que aparece la frustración y el desasosiego.
Como habéis podido leer muchos de los síntomas que hemos descrito son muy parecidos a los estados de ansiedad.
Perfil del individuo con síndrome de la cabaña
El perfil de una persona que sufre el Síndrome de la cabaña, es normal. Pero si que hay que decir que las personas que sufren este síndrome son porque tienen alguna predisposición. Es decir, cualquier persona puede padecer este síndrome, pero si que es verdad que tienen más probabilidades o son más propensas aquellas personas que sufren algún trastorno ansioso o depresivo.
¿CÓMO ACTUA LA PERSONA QUE PADECE EL SÍNDROME DE LA CABAÑA?
El comportamiento de una persona con el Síndrome de la cabaña, es muy variado. Como hemos comentado anteriormente puede variar de una persona a otra.
Pero por lo general estas personas, suelen seguir casi un mismo patrón de comportamiento. Este comportamiento es el siguiente:
1.- Por lo general no quieren retomar su vida laboral, hasta el punto de dilatar la incorporación a su puesto de trabajo lo máximo posible.
2.- Una vez que se han incorporado a su puesto de trabajo en la medida que pueden intentan evitar tener la máxima presencia posible.
3.- Por otro lado, a nivel social siempre intentan esquivar tener contacto social y familiar alguno.
4.- Realizan cancelaciones de citas con mucho tiempo de antelación e incluso meses.
5.- El paciente con Síndrome de la cabaña es capaz de reestructurar su día por completo con tal de no salir de casa bajo ningún concepto.
En algunos de estos aspectos o comportamiento que hemos descrito anteriormente, nos hemos visto envueltos a veces nosotros mismos. Es decir, a veces evitamos salir de casa si no es necesario, por evitar el contagio. Pero las personas que sufren el Síndrome de la cabaña lo intentan de manera constante y permanentemente.
Intervención de la Psicología en el síndrome de la cabaña
Como hemos comentado anteriormente, desde el punto de vista de la Psicología el Síndrome de la cabaña no se le considera un trastorno mental.
Pero si que es verdad que para las personas que lo sufren producen en ellos un estado tan ansioso que en determinados momentos necesitan ayuda de un profesional.
Hay que decir que cuando se inicia un tratamiento psicológico de este tipo, no podemos pedir al paciente que acuda a nuestra consulta. Es por ello que las primeras sesiones se evitan hacerlas presenciales y por lo tanto se hacen de modo online. Así le damos más seguridad al paciente y él se siente más cómodo. Ya habrá tiempo para avanzar.
La terapia psicológica para tratar este síndrome va a ser muy similar al que se utiliza cunado nos encontramos a un paciente que sufre ansiedad.
Terapia cognitivo conductual.
Una de las técnicas más eficaz es la TERAPIA COGNITIVA Y CONDUCTUAL (CBT).
Esta técnica es utilizada por un gran número de Psicólogos por sus rápidos y positivos resultados.
Este método cognitivo y conductual (CBT), se basa en la identificación del problema (que en este caso está claramente identificado), para luego poder aprender a controlar los factores que desencadenan la ansiedad y todos los síntomas que produce el Síndrome de la cabaña en el paciente.
Una parte del tratamiento va a consistir en ir exponiendo de manera gradual al paciente a todo lo que rodea al Síndrome de la cabaña. Es decir, vamos a ir marcando pequeñas pautas para que poco a poco vaya saliendo de casa sin que se vea amenazado.
Pero, por otro lado, para poder contrarrestar todos los síntomas, los Psicólogos de Clínica Fuensalud, enseñan a los pacientes, técnicas de relajación y de respiración para poder paliar o neutralizar todos los signos que sufren.
Para que el tratamiento psicológico sea un éxito, siempre debemos contar con la colaboración del paciente.
Si quieres saber más sobre la ansiedad en este enlace tendrás toda la información mucho más detallada y extensa.
ARTÍCULO: Ansiedad y su tratamiento psicológico
Recomendaciones psicológicas para tratar el síndrome
En este punto os quiero dar unas recomendaciones o pautas muy sencillas que se pueden llevar a cabo desde casa.
Son tan sencillos que se pueden implantar sin ningún problema a la rutina diaria de cualquier persona.
Pues bien, estas recomendaciones son:
- Es normal que sientas miedo debido a la situación que estamos sufriendo. Pero intenta normalizarlo, no lo exageres.
- No busques excusas para no salir de casa. Es verdad que se nos recomienda, no se debe salir de manera innecesaria. Pero cuando llegue el momento de salir porque sea necesario, no busques excusas.
- Exponte de manera gradual a estas salidas. Para empezar, puedes salir a dar pequeños paseos cerca de tu casa a una hora que no haya demasiado transito de personas. Así tú te puedes sentir más tranquilo y seguro.
- Habla con alguien de tu confianza de lo sientes y de cómo te encuentras. Exprésale tus angustias, tus miedos y tus preocupaciones.
- Limita en la medida que puedas la avalancha de información. Es bueno estar informados de todo lo que sucede, pero restringe la información.
- Márcate unas metas a corto plazo y asegúrate de cumplirlas. Es mejor dar pequeños pasos pero seguros, que no grandes pasos y luego retroceder.
Conclusión
Muchos piensan o se preguntan ¿me puedo considerar una persona rara porque prefiero seguir confinado?
La respuesta a esta pregunta es muy sencilla. No te sientas o no pienses que eres raro. Debido a la situación pandémica hemos hecho de nuestro hogar un refugio en el que nos podemos proteger y sentirnos seguros.
A veces, cuando se prolonga demasiado ese confinamiento generamos ciertos hábitos o costumbres que pueden llegar a repercutir en nuestro estado emocional y mental.
Cuando estos estados se prolongan en el tiempo se puede llegar a desarrollar el Síndrome de la cabaña. Este síndrome hace referencia al miedo e incluso pánico a salir de casa para evitar en todo momento el contacto social y físico con cualquier persona que pueda poner en riesgo nuestra salud.
Cuando este miedo se prolonga en el tiempo y hacemos todo lo posible y ponemos todo tipo de escusas para evitar situaciones que nos generen ansiedad, es cuando nos debemos empezar a preocupar y en el caso que sea necesario pedir ayuda a un profesional, para que nos marque unas pautas para hacer frente a nuestro pánico.
Clínica Fuensalud. Departamento de Psicología.
ENLACES DE INTERÉS
Organización Mundial de la Salud (OMS)