Masaje Logopédico
Muchos de los pacientes o familiares que acceden a nuestros servicios de Logopedia, nada más llegar a ellos nos generan una serie de preguntas respecto a las técnicas que se utilizan, y una de ellas es “¿Cuándo vas a comenzar con el masaje logopédico o con las praxias?”.
El acceso a las fuentes que nos proporcionan las nuevas tecnologías nos permite indagar sobre absolutamente todo, aunque no siempre esa información es realmente fiable.
Según algunas de estas, todo tratamiento logopédico debe incluir la realización de “praxias” o el masaje logopédico con diversos instrumentos. No importa de qué tipo de intervención se trate, parece ser que esas dos técnicas son esenciales.
Por este motivo una vez que se entra en la consulta del Logopeda se espera ser incorporados inmediatamente en una camilla o frente al espejo para realizar “esos típicos movimientos de la boca que se hacen en logopedia”.
Pero ¿realmente el famoso masaje logopédico o realizar “esos movimientos de la boca” frente al espejo, también denominadas praxias, son efectivos y se deben aplicar a todos los pacientes que requieren la atención logopédica?
La respuesta, claramente, es NO. Existen muchos matices que deben conocer tanto los terapeutas como los pacientes o sus familiares sobre estas famosas técnicas logopédicas.
En este artículo vamos a explicar lo que es realmente el masaje logopédico, así como los beneficios y contraindicaciones que este presenta.
¿Qué es el Masaje Logopédico?
El masaje logopédico también es denominado como masaje Miofuncional. Es un método activo que influye directamente sobre la mecánica de las estructuras orofaciales.
Su objetivo es estimular los músculos, nervios vasos sanguíneos y tejidos del Sistema Periférico del habla.
Tiene una fase dedicada a la activación de la sensibilidad y la motricidad, donde el especialista implementará diferentes técnicas sensoriales, de sabor, temperatura, volumen y olores.
En muchas ocasiones forma parte de una fase previa del tratamiento a modo de preparación de las estructuras ante un determinado trabajo.
El uso diferenciado de numerosas técnicas de masaje permite reducir el tono de la espasticidad de los músculos implicados en el sistema orofacial y, a la inversa, aumentarlo con pausas lentas.
¿Qué procedimientos se pueden utlizar en el Masaje Logopédico?
El masaje puede realizarse de forma manual, ejerciendo presión con nuestras manos sobre diferentes estructuras. O bien, se puede realizar utilizando algunos instrumentos específicos que generan vibración, variaciones térmicas, activación pasiva, etc.
El uso de una técnica u otra dependerá de las necesidades del paciente y los recursos de los que el logopeda disponga.
Mediante la palpación o técnica manual, el especialista transmite una presión mecánica con las manos estimulando aspectos sensoriomotores incidiendo, además, en el sistema circulatorio.
La duración del masaje no debe superar los 15 minutos durante los cuales el paciente puede encontrarse en posición decúbito-supino (tumbado) o sentado.
A la hora de realizar el masaje logopédico, el especialista dividirá la región facial en zonas para poder secuenciar un plan y orden de actuación. Siempre se empezará por la zona más alta y se irá descendiendo poco a poco.
Cabe señalar, que esa planificación de actuación es la clave para que los beneficios de esta técnica sean los máximos.
¿Puedo realizar el Masaje Miofuncional en casa?
Es una de las cuestiones más frecuentes que nos plantean en la consulta de Logopedia.
El masaje logopédico parece ser algo sencillo y fácil de realizar frente un espejo. Existen numerosas fuentes informativas que indican todos los pasos a seguir para realizar el masaje logopédico en casa y ahorrarse el ir a la consulta de un logopeda ya que son “simples movimientos con los dedos que puede realizar cualquiera”.
Desde nuestra experiencia y conocimientos teóricos, NO es recomendable practicar esta técnica sin la supervisión de un profesional cualificado.
Esto se debe a que antes de realizar el masaje hay una serie de detalles que hay que tener en cuenta y que son únicas para cada paciente.
Cabe señalar que no se trata de un procedimiento inofensivo, ya que existen contraindicaciones. También es importante tener en cuenta que diferentes tipos de manipulación no son agradables y en ocasiones molestos. Por este motivo hay que tener cuidado a la hora de realizarlo y contar con un profesional que realmente domine el uso de estas técnicas.
En referencia a lo anterior indicado, es importante concluir, que es un error grave prescribir este procedimiento para todos los pacientes o, como se suele decir, “por si acaso”. Por lo tanto, el masaje logopédico debe ser realizado solo si la situación del paciente realmente lo requiere.
Esta técnica de Terapia Miofuncional es recomendada en ciertos desórdenes de la motricidad orofacial que repercute a las funciones como la respiración, alimentación (masticación, salivación deglución succión), articulación y fonación. Es decir, cuando existe una alteración en la movilidad de los músculos que forman parte del aparato bucofonador.
¿Cuándo aplicar el Masaje Logopédico?
A continuación, podemos observar algunos de los trastornos que requieren de uso de masaje miofuncional en la intervención logopédica:
- Disartria, o trastorno del movimiento del habla producido por una lesión en la inervación de los músculos del sistema orofacial.
- Rinolalia, o trastorno articulatorio del habla, producido por un inadecuado funcionamiento del velo del paladar lo que produce una nasalización de los sonidos del habla.
- Deglución atípica, patrón deglutorio acompañado de movimientos compensatorios por incorrecta actividad lingual.
- Disfagia, o dificultad para deglutir.
- Disglosia o alteración de la articulación del habla por un déficit orgánico (labio leporino, glosectomía, fisura palatina, etc.)
- Tratamientos estéticos.
- Pacientes con diferentes tipos de tratamiento de ortodoncia.
- Parálisis facial.
- Malformaciones craneofaciales.
Como se ha podido observar, hay muchos casos en los que el masaje logopédico puede ser una parte esencial en la intervención, pero aun así no todos nuestros pacientes pueden beneficiarse de este. Como cualquier otra práctica clínica, el masaje logopédico puede presentar contraindicaciones.
A continuación, podemos ver algunas de ellas.
Contraindicaciones del Masaje Logopédico
Antes de prescribir un masaje miofuncional, un Logopeda debe examinar exhaustivamente la movilidad de los órganos fonoarticulatorios. Aunque también es importante que se recoja una historia clínica completa.
Dentro de las contraindicaciones nos encontramos con:
- La presencia de convulsiones.
- Trastornos neurológicos como la epilepsia.
- Síndrome febril.
- Procesos inflamatorios agudos producidos por infecciones, traumatismos, cuerpos extraños, reacciones inmunitarias, etc.
- Hemorragias nasales frecuentes de diferente etiología.
- Conjuntivitis o la inflamación del tejido conectivo del ojo.
- Algunas enfermedades de la piel y el cuero cabelludo (infecciosas, fúngicas y de etiología inexplicable).
- Diátesis y otras reacciones alérgicas.
- Estomatitis u otras infecciones orales.
- Herpes labial.
- Incremento de nódulos linfáticos.
- Náuseas, vómitos.
- Infecciones respiratorias.
- Exceso de fatiga.
Teniendo en cuenta los puntos que hemos expuesto anteriormente, con más razón podemos afirmar que la realización del masaje logopédico debe ajustarse a las necesidades específicas de cada uno de nuestros pacientes.
En este caso, como en cualquier otro tipo de intervención logopédica, es importante la individualización del plan de tratamiento donde hay que tener presente cada detalle. Siempre se deberán tratar áreas alteradas o si es necesario toda la región facial.
¿El masaje logopédico se aplica solo para adultos?
Después de haber leído las características de la población podemos afirmar que esta técnica logopédica puede aportar buenos resultados terapéuticos a personas de cualquier edad. Como ya sabemos, esto siempre va a depender de las características individuales y el tipo de masaje a realizar.
Pero a modo general, tanto niños como adultos pueden ser candidatos perfectos.
¡Atención, padres, estén atentos!
Algunos profesionales aplican el masaje logopédico a todos los niños bajo un protocolo establecido de su práctica. Pero claro, no siempre los trastornos del habla, lenguaje y comunicación de los niños son producidos por alteraciones en el tono o la inervación muscular. En este caso, no podemos determinar muy bien qué es lo que se pretende corregir con la ayuda de un masaje miofuncional.
¿Cuándo sería lógico realizar un masaje logopédico en un niño con dificultades en el habla-comunicación?
Cuando existe una distorsión o imprecisión articulatoria de los sonidos del habla por una afectación muscular.
Pero es muy importante saber que para ello tiene que haber HABLA, ¡si no hay habla, el masaje del habla no hará que el niño hable!
Y, ¿qué pasa con los niños no hablantes?
Algunos profesionales incluyen el masaje logopédico como método de activación de ciertas zonas cerebrales que “influyen” en el desarrollo del habla al igual que otros enfoques no tradicionales como por ejemplo la acupuntura, que también se utiliza en niños que aún no han adquirido el habla.
En el artículo “Motricidad y el desarrollo del lenguaje” (https://www.clinicafuensalud.com/motricidad-y-el-desarrollo-del-lenguaje/) ya abordamos este tema, y vimos que no hay una relación directa entre la adquisición del habla y la motricidad. Por lo que el masaje logopédico en niños no hablantes puede incluirse en el tratamiento logopédico, pero como algo complementario, siempre y cuando haya una alteración a nivel puramente muscular.
Sin embargo, no puede ser utilizado como el método principal o incluso uno de los principales.
A continuación, vamos a proponer algunos consejos que podemos para los padres:
Asegúrese de que su hijo no tenga ninguna contraindicación para que se le practique el masaje logopédico.
- Acuda siempre a un profesional cualificado y colegiado para evitar las malas prácticas.
- Preste atención a las recomendaciones del profesional.
- Si a su hijo le han prescrito la realización de un masaje miofuncional debe averiguar los siguientes aspectos con mayor detalle:
- ¿Cuál es el motivo de ese masaje? Es decir, cual es el motivo de necesidad para la realización del masaje (¿existe una alteración a nivel muscular?)
- ¿Qué es lo que se espera del masaje? Es decir, qué objetivo se propone el terapeuta.
- ¿Qué tipo de masaje se hará? Si será relajante o activador.
- ¿Se acompañará de la parte funcional? Es decir, si se masajeará la zona para lograr una función determinada cuyo entrenamiento será incluido en la terapia.
Si el masaje no está prescrito para tareas específicas, es mejor rechazar el procedimiento, aunque sea gratuito. Y pasar su tiempo libre en actividades más necesarias para el correcto desarrollo del habla.
¿De qué depende la eficacia de éste tipo de masaje?
En ninguno de los casos, el masaje logopédico nos proporcionará beneficios sin un posterior esfuerzo funcional de la zona a tratar.
Por ejemplo, en el caso de una persona con dificultad para cerrar ambos labios por la hipotonía muscular, si se le da un masaje en la zona durante 15 sesiones, pero luego tras cada sesión, no se realiza el entrenamiento de un movimiento funcional de los labios (ej.: recoger el alimento de la cuchara) de nada ha servido el masaje.
Lo que hemos hecho en este caso es un calentamiento de la musculatura sin el posterior esfuerzo, que es lo esencial para poder lograr nuestro movimiento objetivo, en este caso el cierre labial. No habrá un progreso adecuado si no adaptamos nuestro tratamiento a la funcionalidad. Es necesario realizar una combinación de técnicas pasivas y activas para que la terapia sea efectiva.
También hay que tener en cuenta la predisposición del paciente para realizar esta técnica. Como hemos mencionado al principio del artículo, en ocasiones, el masaje logopédico puede resultar desagradable. Eso dependerá, sobre todo, de la etiología de la dificultad a tratar o del grado de sensibilidad de la persona, otro dato importantísimo para recoger en la historia clínica.
En el caso de los niños o personas con alteración a nivel de la integración sensorial, por varios motivos pueden no estar emocionalmente preparados para un masaje. Por ejemplo, una persona que ya ha formado asociaciones negativas con alguna manipulación terapéutica previa que no resultó ser de su agrado, o un bebé que no quiere que alguien extraño meta su mano en la boca o le toque la cara. Después de una experiencia incómoda, el procedimiento puede parecerles incluso doloroso, especialmente para las personas con umbrales de dolor bajos.
¿Cómo deberá proceder el logopeda en estos casos?
Un buen profesional debe preparar a la persona que va a tratar y generar un vínculo de confianza. Si aun así no funciona, nunca se debería forzar un masaje. El especialista no logrará nada realizando el masaje durante 10 minutos mientras el paciente está viviendo altos niveles de estrés y ansiedad. Lo que se producirá en este caso es un efecto contrario.
Para que el masaje logopédico, al igual que cualquier intervención terapéutica, tenga sus resultados positivos debe realizarse con la voluntad del paciente.
¡En ninguna circunstancia! Si la persona a la que estamos tratando se resiste o presenta tensión, la calidad del masaje y sus efectos son nulos.
Conclusión
Todos los profesionales solemos buscar el botón mágico que nos facilita el logro de nuestros objetivos en la intervención. Pero debemos tener en cuenta que no existe nada que al presionar haga desaparecer problemas con los que tratamos de manera inmediata.
El masaje logopédico es una herramienta que aporta numerosos beneficios, pero no para todas las personas. También es importante recordar que para que esta técnica sea eficaz en nuestro ejercicio, es importante tener adquiridos los conocimientos teóricos de los procedimientos que vayamos a utilizar, así como de los detalles clínicos de la persona con la que vamos a trabajar.
Por ello, hay que tener presente que el masaje logopédico funcionará cuando se use correctamente y en combinación con otros métodos que impliquen la funcionalidad de las estructuras que estamos tratando.
En el caso de los niños, el hecho de que estos presenten imprecisión articulatoria durante el habla no quiere decir que tengan alguna alteración en la movilidad de los órganos fonoarticulatorios. Por este motivo, el masaje no se debe realizar a todo aquel que pase por la consulta del logopeda.
Las dificultades articulatorias del habla también pueden tener diferentes etiologías. Por este motivo el profesional deberá observar, al mismo tiempo, un subdesarrollo de la audición fonética, examen de la estructura silábica de la palabra y de la estructura gramatical del habla.
El masaje logopédico no solo ayuda en una correcta pronunciación del habla. Esta función quizás puede pasar al segundo plano, ya que este procedimiento ayuda a lograr un correcto funcionamiento de procesos vitales como la alimentación y la respiración.
Un correcto examen de la historia clínica, el conocimiento detallado de la técnica del masaje logopédico, el uso de los recursos necesarios y la individualización del plan de intervención ayudarán a conseguir los objetivos propuestos y mejorar la calidad de vida de las personas que requieran de la atención logopédica.
Departamento de Logopedia: Valeria Bondarenko, Colegiada número 28/1059. Experta en Atención Temprana y Experta en Trastornos Neurológicos.
Asociaciones relacionadas:
Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología
Asociación de Personas con Trastorno Específico del Lenguaje en Madrid