El chupete en el desarrollo del lenguaje en los niños
El chupete es una herramienta que utilizamos muy a menudo con los bebés, principalmente para tranquilizarlos.
Sin embargo, llega un momento en que se crea un vinculo entre el bebé y el chupete más allá de una herramienta tranquilizadora. Convirtiéndose este, en su mejor amigo. Creando así un vínculo, que en ocasiones puede dar lugar a ciertos dolores de cabeza, para los padres, ante la reticencia de estos niños a dejar el chupete, cuando ya han crecido.
Muchas veces el niño coge el chupete como una vía ante la ansiedad o bien por costumbre. Hay diferentes posiciones sobre si el uso del chupete es algo bueno o malo. Sin embargo, sí que hay constancia de que el uso prolongado del chupete en el tiempo, más allá del necesario, da lugar a una serie de alteraciones.
Los bebés nacen con una serie de reflejos innatos, entre ellos podemos encontrar el reflejo de succión, el cual los bebés lo utilizan como búsqueda para el amamantamiento y la alimentación. Es una estrategia natural de supervivencia y de contacto con el entorno que rodea al niño.
El chupete para succionar
El hábito de succionar puede ser tranquilizador al recordar a los bebés el contacto con la madre cuando estas están amamantando. Por eso se utiliza un objeto (chupete) para que el bebé pueda estar succionando y pueda estar tranquilo.
El uso de objetos para que los bebés succionen es muy antiguo, pasando desde un trapo mojado en agua o leche, hasta lo que conocemos como el actual chupete, en sus distintas modalidades actualmente (unos más ergonómicos que otros).
En un primer momento, el hábito succionador tanto de un chupete como del amamantamiento es beneficioso y necesario para el desarrollo de los niños. Decimos que es beneficioso ya que:
- Sobre todo, a nivel emocional. En el amamantamiento por el contacto con la madre, con el chupete se puede asociar al recuerdo de la conexión de ese momento de amamantamiento del niño y de la madre.
- Y por otro lado, puede ser beneficioso para el desarrollo neurológico y muscular.
Todo ello, siempre que se realice de forma correcta el amamantamiento y el tamaño del chupete para cada ocasión.
Chupete: etapas para su uso correcto
Existen una serie de pautas para un correcto amamantamiento que son interesantes para un correcto desarrollo de las funciones orofaciales. Es decir, es importante marcar los pasos para un correcto desarrollo de los músculos faciales y de los músculos implicados en la alimentación.
Por lo tanto, el uso de chupete, dedo u otro útil para succionar es beneficioso hasta un cierto momento.
El bebé comienza con este hábito innato de succión en el útero y normalmente, deja de estimularse con él a partir de los 12 meses de vida.
Sin embargo, no se recomienda el uso de chupete los primeros días de nacimiento. Será más fácil introducirlo cuando pasemos de la lactancia natural a una artificial. Hasta los 18 meses el uso del chupete no se muestra perjudicial para el desarrollo del niño, sin embargo, a partir de los 24 meses sería un buen momento para ir reduciendo su uso para poder eliminarlo al completo.
Frente a la duda que pueda surgir sobre si es mejor la succión de un chupete o un dedo, siempre es mejor la succión de un chupete. Ya que cuando llegue el momento de eliminar este hábito será mucho más fácil la retirada del objeto del chupete.
Si el niño tiene el hábito de succionarse el dedo, será mucho más laborioso el quitar ese habito, aunque no es imposible. Ante la succión del dedo tendremos que llevar a cabo técnicas que puedan molestar más al niño a la hora de evitar este hábito como la utilización de esparadrapo en el dedo para evitar la succión.
¿Qué es el reflejo succionador?
Es aquel reflejo que se activa de manera automática, siendo este uno de los primeros reflejos que el recién nacido activa.
Por lo tanto, podemos decir que:
- Encontramos el reflejo succionador en los bebés de forma natural. Este reflejo se puede presentar incluso desde antes del nacimiento y empieza a disminuirse entre los 12-18 meses.
- Dentro de este reflejo succionador encontramos uno nutritivo y otro estimulatorio:
– El reflejo succionador nutritivo es el que se encuentra relacionado con la lactancia y el amamantamiento (primordial para el desarrollo de las relaciones socio-afectivas y facial).
– Y por otro lado el reflejo succionador estimulatorio, que sirve para calmar al bebé. Este puede ser la succión de objetos como puede ser el chupete o bien la succión digital, de dedos.
Esta succión estimulatoria puede resultar beneficiosa hasta los 24 meses de edad. A partir de ahí, se recomienda la disminución de su uso y la eliminación. Siendo más fácil la eliminación del hábito succionador de un chupete, que la del hábito de chuparse el dedo (succión digital).
No obstante, muchas veces se utiliza el uso de un chupete para calmar a los niños de forma rápida. Olvidando que existen otras muchas técnicas de relajación, cómo puede ser el contacto piel con piel.
¿Es bueno el uso del chupete?
Hay que decir, que el uso del chupete comparte ventajas con el correcto desarrollo de las funciones orofaciales. Ya que, es beneficioso para la musculatura y las estructuras implicadas en el desarrollo facial. Estas estructuras son necesarias para el desarrollo de la comunicación y la alimentación del bebé hasta un cierto momento, al igual que el amamantamiento.
Pero cuando sobrepasamos ese tiempo y nos excedemos en su uso, crea una serie de efectos contraproducentes que veremos a continuación:
- Los efectos que más afectan al ámbito de la logopedia, son a nivel de desarrollo del lenguaje y a nivel orofacial.
- Sin embargo por otro lado hay que decir que el uso prolongado del chupete o la succión de dedos lleva también problemas de infecciones estomacales, dentarias y un aumento de las infecciones de oído medio, como puede ser las otitis.
Alteraciones por el mal uso del chupete
Hemos comentado en el punto anterior que el mal uso del chupete o su uso prolongado puede producir problemas en el niño.
Primero desglosaremos los problemas que puede ocasionar el exceso del uso del chupete a lo que se refiere a nivel del lenguaje, aunque va muy ligado con las funciones orofaciales este desarrollo del lenguaje.
- En un primer momento se va a ver reducido el número de balbuceos y la interacción oral con el medio, pudiendo dar lugar a un retraso del lenguaje del niño. Ya que al mantener su órgano de fonación tapado con un chupete producirá menos sonidos y tendrá menor estimulación auditiva y autorregulación de los sonidos por sí solo. De este modo se va a ver v afectado y comprometido el correcto desarrollo de la adquisición del lenguaje.
- Por otro lado, el uso del chupete va a ocasionar problemas en el correcto desarrollo de los órganos orofaciales. Por lo que en un futuro se van a ver afectados negativamente las funciones de respiración, de alimentación y del habla.
Alteraciones por el chupete
Además, el uso prolongado del chupete va a producir alteraciones a nivel mandibular y dentario. Llegando a ocasionar, una mordida abierta y cruzada. Es decir, los dientes de la arcada superior, van a verse adelantados con respecto a los de la arcada inferior, y por lo tanto la colocación de estos va a verse alterada.
- Del mismo modo, va a producirse un crecimiento anormal de la mandíbula. Debido a que el hecho de introducir un objeto en la boca, la lengua va a mantenerse en una posición baja y de reposo constante. Por lo que más adelante esto ocasionará problemas, como por ejemplo un mal desarrollo del paladar, quedando este de forma ojival y alto.
- También puede dar lugar a hipotonía o hipertonía de los órganos (un tono demasiado débil o un tono demasiado fuerte), depende de cómo el niño esté succionando el chupete o el dedo.
¿Cómo afecta el mal uso del chupete en el desarrollo del lenguaje en el niño?
Todas estas alteraciones orofaciales que hemos comentado anteriormente, van a dar lugar a que el niño o niña, en un futuro presente ciertas dificultades a la hora de producir ciertos fonemas, dando lugar a las temidas dislalias.
Con estas dislalias, se van a ver más afectados los fonemas:
– /R/ fuerte, /l/, /z/, /t/. Debido a la baja colocación lingual.
– Por otro lado, los fonemas /b/, /p/, /s/ y /x/, se ven afectados por presentar un continuo hábito de mantener la boca abierta.
– Y por último la /f/ se ve afectada por la mordida abierta que pueda presentarse.
Todas estas dislalias pueden mejorarse con la visita a un logopeda para su correcta rehabilitación. Ya que el logopeda va a buscar el punto de articulación que más facilite al niño, una vez corregidos los malos hábitos.
Alteraciones o problemas deglutorios por el uso prolongado del chupete
El uso prolongado del chupete o succión digital, está muy ligado también a una deglución atípica.
Esta deglución atípica o alterada, es conocida por la colocación de la lengua entre los dientes a la hora de tragar (aun que la deglución atípica va mucho más allá de esto, pero para resumir el problema lo definiremos así).
Esto es debido a que la lengua se acostumbra a estar en una posición de reposo, ejerciendo una presión para una estimulación de forma incorrecta y en el lugar incorrecto.
En este caso, cuando retiramos el chupete la presión (al quedar la lengua en posición baja), se realiza entre los dientes y no en las arrugas del paladar. Que es dónde se colocaría la punta de la lengua (ápice lingual) para una correcta deglución (tragar).
Por otro lado, debemos decir que la colocación de la lengua baja y la presencia de mordida abierta, pueden dar origen también a un tipo de respiración bucal, dando lugar a nuevos problemas orofaciales y a sustentar los malos hábitos.
¿Cómo actúa la logopedia?
Por lo tanto, podemos decir que la succión digital o del chupete puede llevar consigo la aparición de alteraciones a nivel del desarrollo del lenguaje y a nivel de desarrollo orofacial.
Estas alteraciones pueden desembocar en:
- Un aumento de los problemas que pueden afectar a la correcta producción de palabras (dislalias).
- A generar un patrón de respiración incorrecto.
- Pueden producir una alteración Miofuncional.
- También, pueden provocar un tipo de deglución atípica.
- Llegan a generar una disminución del vocabulario o intencionalidad comunicativa, llevando consigo un retraso en el habla, etc.
Malos hábitos con el chupete
El uso de chupete o succión digital, crea una serie de malos hábitos que se mantienen en el tiempo y al final crean una serie de problemas que dificultan el correcto desarrollo del niño a nivel de alimentación, producción del lenguaje y respiración. Depende de lo que se encuentre afectado se abordara cada problema.
En muchas ocasiones, los niños vienen derivados del Odontólogos. Ya que los Odontólogos no pueden colocar el aparato, para corregir su dentadura, debido a que todavía los niños presentan malos hábitos ocasionados por el uso prolongado del chupete cuando eran pequeños. Por lo que la colocación del aparato, sería inútil si los malos hábitos continúan, ya que se van a volver a descolocar las piezas dentarias.
En este caso, el logopeda puede ayudar valorando y tratando, que hábitos que se encuentran más marcados, en este caso suele ser la deglución atípica, o una mala colocación lingual (por empuje de las piezas dentarias). Con la rehabilitación se trataría de reeducar estos malos hábitos para así eliminarlos y que no ocasionen más problemas.
Del mismo modo, los logopedas también trabajan de forma activa en la rehabilitación de dislalias debido a este problema que ocasiona la succión de un chupete o digital, que da lugar a una mala colocación de los órganos fonoarticulatorios, encontrándonos después una mala o alterada producción de los fonemas.
La rehabilitación que realiza el logopeda, estrechamente con la rehabilitación de las dislalias en estos casos, se conoce como Terapia Miofuncional (TMF). Esta terapia consiste en la realización de una serie de ejercicios acordes para corregir y desarrollar de forma correcta los órganos bucofonatorios.
Conclusiones sobre uso del chupete
Para evitar todas estas alteraciones y evitar que se produzcan estos problemas, se debería introducir el chupete una vez que la lactancia materna está instaurada (como a las tres semanas de vida). Siendo importante comenzar a eliminarlo a partir de los 8-12 meses, para que a la edad de dos años este hábito de succión quede eliminado y pueda seguir desarrollándose el niño o niña de forma correcta.
Sería apropiado no utilizar el chupete de forma excesiva. Es decir, reducir su uso a unas cuantas horas al día. Utilizarlo en cortos períodos de tiempo y asociados a un determinado momento, para no abusar de él. El momento del uso del chupete podría ir variando para no causar dependencia.
Es importante evitar que, aunque el chupete sea un objeto cuyo objetivo sea proporcionar calma al niño, sea un recurso fácil. Es decir, que se abuse del uso del chupete para calmar al niño o niña cuando se pueden recurrir a otros métodos.
El problema no es el uso del chupete en sí. Ya que, hemos visto que puede resultar beneficioso en un corto espacio de tiempo y con limitaciones. No obstante, el uso del chupete de forma excesiva origina otro tipo de alteraciones o dificultades que sí supongan un problema real en el correcto desarrollo, y sobre los que el logopeda, en colaboración con otros especialistas, puede solucionar.
Solicitar ayuda
Si tienes un niño con alguna de las alteraciones o problemas anteriormente descritos, no dudes en ponerte en contacto con Logopedas de Clínica Fuensalud. Te daremos asesoramiento y tratamiento.
Espero que os haya sido de utilidad este artículo y que haya despejado alguna de vuestras dudas. En el caso que os surgieran preguntas, dejarnos vuestros comentarios en el blog y las contestaremos.
Logopeda Colegiada 28/0763
Experta en el Trastorno del Lenguaje Infantil y Experta en Atención Temprana