Conciencia fonológica para el lenguaje de los niños
Hola a todos. Esta semana vamos a tratar un tema que probablemente a más de algún padre preocupe, la conciencia fonológica. Este tema es sobre la importancia que tiene un buen aprendizaje del lenguaje, como una buena adquisión de la lecto-escritura. Consiguiendo que estos dos aspectos se desarrollen y se aprendan de manera correcta, evitaremos con ello el futuro fracaso escolar de los pequeños de la casa.
Pues bien, entonces comencemos a desarrollar el artículo, que espero que sea de vuestro interés.
Introducción
El lenguaje es una capacidad innata del ser humano que nos permite relacionarnos con nuestros iguales y con nuestro entorno.
Cuando esta capacidad se ve afectada, estas relaciones se ven alteradas, así como la adquisición de nuevos aprendizajes. Esto es lo que ocurre con el aprendizaje de la lectoescritura cuando existe un trastorno del lenguaje.
Es importante recordar que el castellano es una lengua transparente, es decir, se lee y se escribe tal cual se habla (exceptuando algunas reglas contextuales, como la de la grafía g o la de la grafía c).
Sin embargo, tanto en castellano como en cualquier otro idioma, es importante una buena adquisición del lenguaje oral, para lograr el desarrollo satisfactorio de las habilidades lectoescritoras.
El lenguaje está dividido en áreas y dimensiones:
- Forma (fonética, fonología y morfosintaxis).
- Contenido (léxico y semántica).
- Uso (pragmática).
Las mayores dificultades en la adquisición de la lecto-escritura se manifiestan cuando la dimensión forma del lenguaje se encuentra afectada.
Es decir, en la fonética entra en juego la correcta articulación de cada uno de los sonidos del lenguaje, mientras que la fonología es la correcta utilización de esos sonidos dentro de las palabras, oraciones y el lenguaje espontáneo.
Cuando se aprende a leer y a escribir, cada uno de esos sonidos se asocia con una grafía, es decir, se realiza una asociación fonema-grafema (AFG) en la escritura y una asociación grafema-fonema (AGF) en la lectura. Es por esto, que no debemos olvidar que siempre es necesario que el niño tenga un buen desarrollo del lenguaje oral para dar comienzo al aprendizaje de la lectoescritura.
Hay una habilidad fundamental que no se debe olvidar entrenar en estos momentos, tanto en niños con trastornos del lenguaje como en niños con un desarrollo lingüístico normal: que es la conciencia fonológica.
¿Qué es la Conciencia Fonológica?
Se puede definir la conciencia fonológica como un almacén donde quedan guardados todos los sonidos del lenguaje que se van adquiriendo.
Su importancia es sencilla de entender: como se ha dicho anteriormente, en castellano se escribe y se lee tal cual se habla (salvo algunas excepciones), y por eso es importante entrenar la conciencia fonológica (CF).
Estudios científicos demuestran que aquellos niños que han recibido un entrenamiento específico de conciencia fonológica tienen mejor predisposición y más éxito en tareas de lectoescritura, que aquellos niños que no lo han recibido.
La conciencia fonológica se divide en tres niveles, que van de menor a mayor dificultad:
1.- Conciencia silábica: es la habilidad que permite separar las palabras en sílabas y operar con ellas. Es el nivel más simple ya que es más perceptible auditivamente.
2.- Conciencia intrasilábica: es la habilidad que permite desmenuzar la sílaba en sus diferentes componentes y operar con ellos. Los componentes de la sílaba son el onset (ataque) y la rima. El onset son los sonidos consonánticos que dan inicio a la sílaba. La rima comienza en la vocal y se extiende hasta el final de la sílaba (se divide a su vez en núcleo vocálico y coda). Así por ejemplo, en la palabra plan, “pl-“ sería el onset, “-a-“ sería el núcleo vocálico y “-n” sería la coda.
3.- Conciencia fonémica: es la habilidad para separar y operar con las unidades mínimas del lenguaje, los fonemas.
La habilidad para jugar con las palabras, las sílabas y los sonidos, para operar con ellos, es esencial para conseguir el éxito en la adquisición de la lectoescritura.
Se debe entrenar en todos los niños, presenten o no trastornos del lenguaje oral.
La conciencia fonológica se empieza a adquirir a los 4 años, cuando los niños (en ausencia de dificultades lingüísticas) son capaces de empezar a operar con sílabas (conteo, eliminación, adición…).
A los 5 años ya son capaces de tomar conciencia sobre unidades lingüísticas más pequeñas, como la rima (conciencia intrasilábica).
Y alrededor de los 6-7 años son conscientes y capaces de operar con todas las unidades lingüísticas.
Se considera que la conciencia fonológica y la lectoescritura tienen una relación de reciprocidad. Es decir, la conciencia fonológica es causa y consecuencia del aprendizaje lector, y viceversa. Esto quiere decir que si se entrena una de ellas se va a ver reforzada la otra.
Cuando acuden a rehabilitación logopédica niños con dificultades fonológicas (dislalias fonológicas) que afectan a la inteligibilidad del lenguaje oral, se debe realizar un entrenamiento de la conciencia fonológica. Y para afinar el tratamiento es necesario realizar una valoración de la misma.
¿Cómo se evalúa la Conciencia Fonológica?
Esta evaluación, tanto cuantitativa como cualitativa, nos aporta información sobre el rendimiento lector del niño, si se encuentran en la edad del aprendizaje lector. Si fuesen niños más pequeños que todavía no se han iniciado en el aprendizaje de la lectoescritura, nos dará posibles pistas sobre su futuro rendimiento lector, ya que la conciencia fonológica es un predictor de este.
Por ello, valorar la conciencia fonológica ayuda a detectar niños que podrían tener dificultades en el aprendizaje lectoescritor. De tal manera que se podrían realizar tratamientos logopédicos preventivos (enfocados a evitar dificultades más severas en fases más avanzadas del aprendizaje lector).
Para evaluar la conciencia fonológica hay que tener en cuenta el tipo de tarea que presentamos.
Podemos clasificar las tareas en función del tipo de operación que se ve implicada (análisis, síntesis) y de la unidad con la que se trabaja (palabra, sílaba o fonema).
Las tareas de análisis consisten en segmentar unidades lingüísticas más grandes en unidades lingüísticas más pequeñas. Es decir, segmentar palabras en sílabas y fonemas y después ser capaz de operar con ellos.
Las tareas de síntesis, por el contrario, consisten en unir unidades lingüísticas más pequeñas (fonemas y sílabas) para formar unidades lingüísticas más complejas (palabras).
Las tareas más utilizadas para valorar la conciencia fonológica son:
- Realizar rimas.
- Aislar sílaba/fonema inicial/medio/final.
- Dividir palabras en sílabas y fonemas.
- Omitir sílabas y fonemas.
- Formas palabras dadas determinadas sílabas o fonemas.
Para la valoración de la conciencia silábica se deben realizar tareas como:
- Segmentar palabras en sílabas.
- Conteo de sílabas.
- Omisión de sílaba inicial/media/final, en una palabra.
- Adición de sílaba inicial/media/final, en una palabra.
- Identificación de sílabas dentro de una palabra.
- Inversión de sílabas.
- Síntesis de sílabas para formar palabras.
Para la valoración de la conciencia intrasilábica se realizan tareas de rimas, tales como dadas tres palabras que el niño identifique cuál de ellas no rima con las otras dos. Debemos realizar la valoración tanto del onset como de la rima.
Para la valoración de la conciencia fonémica se emplean tareas como:
– Identificación de un fonema dentro de una palabra.
– Adición u omisión de un fonema dentro de una palabra.
– Segmentación de palabras o sílabas en fonemas.
– Conteo de fonemas.
– Síntesis de palabras a partir de unos fonemas dados.
Es importante muy decir que para la valoración de todos estos aspectos no es necesario el dominio de las grafías, se puede realizar todo de manera oral y con apoyos visuales que no tienen por qué ser letras.
Una simple pegatina o una pieza, puede representar una sílaba o un fonema. Aunque este tipo de ayudas visuales están más enfocadas a la intervención y no tanto a la valoración.
Esta valoración se puede realizar con tareas que tú le propongas al niño (no estandarizadas) o con pruebas estandarizadas, como:
- PECFO (prueba de evaluación de la conciencia fonológica), aplicable a niños de entre 4 y 7 años.
- ECOFON (evaluación de la conciencia fonológica), aplicable a niños de entre 7 y 11 años.
- THM (test de habilidades metalingüísticas), aplicable a niños que finalizan Educación Infantil y el primer ciclo de Educación Primaria.
¿Cómo se trata o se entrena la Conciencia Fonológica?
El entrenamiento de la conciencia fonológica consiste básicamente en la consecución de las tareas descritas anteriormente.
Pero debemos tener en cuenta el tipo de metodología que es recomendable seguir con niños que puedan presentar dificultades a nivel fonológico y que se reflejan en el lenguaje oral.
Las dificultades verbales, deben traducirse en el uso de ayudas visuales que les ayuden a representar, en este caso, todas las unidades lingüísticas que forman parte del lenguaje.
Y si además estas ayudas visuales pueden ser manipulables, mejor.
Ejercicios y ejemplos para trabajar la Conciencia Fonológica
En este apartado, vamos a poner ejemplos de actividades que podríamos utilizar en la intervención logopédica con el uso de esta metodología:
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CONTEO DE SÍLABAS
Vamos a comenzar por una de las actividades de menor dificultad: el conteo de sílabas.
Para esta actividad vamos a necesitar imágenes de las palabras que vayamos a segmentar y gomas de pelo de diferentes colores.
Le mostramos al niño la imagen y le pedimos que nos diga su nombre. A continuación, le proporcionamos el modelo correcto de habla (repetimos nosotros la palabra).
Después, el niño debe colocar una gomita de pelo por cada sílaba que tenga la palabra, de tal manera que, por ejemplo, en la palabra “pelota” tengamos tres gomas de pelo de distinto color.
Es importante que cada sílaba tenga una goma de pelo de diferente color, porque cuando tengamos dominada esta habilidad y comencemos a trabajar la conciencia fonémica, todos los fonemas de una sílaba serán del mismo color.
El conteo de sílabas también se puede realizar, por ejemplo, dando palmadas, donde cada palmada se corresponderá con una sílaba.
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IDENTIFICACIÓN DE SÍLABAS
En la misma actividad que hemos descrito anteriormente simplemente debemos preguntarle al niño en qué gomita de pelo encontramos determinada sílaba. Siguiendo el ejemplo de la palabra “pelota”, le preguntaremos en qué gomita de pelo podemos escuchar “pe” y el niño solo tendrá que señalar o verbalizar en cuál.
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FORMAR PALABRAS CON DIFERENTES SÍLABAS
Se exponen de manera oral diferentes sílabas y el niño tiene que averiguar qué palabra se esconde al unirlas. La ayuda visual en este caso serán imágenes de tres palabras diferentes. El niño solo tendrá que señalar la imagen correspondiente.
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OMISIÓN DE FONEMA
Se proporciona una palabra de forma oral al niño y le preguntamos que palabra nos quedaría si quitamos, por ejemplo, el último fonema. Esta actividad también se puede realizar con sílabas en lugar de fonemas.
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IDENTIFICACIÓN FONÉMICA
Un material súper útil para trabajar la conciencia fonémica es la caja de sonidos Montessori. Esta actividad nos permite, además ir trabajando la asociación fonema-grafema. Podemos trabajar con imágenes o con objetos de verdad. El niño tendrá que ir metiéndolos en el cajón que contenga el sonido correspondiente. Le podemos hacer preguntas del tipo: por qué sonido comienza o finaliza o por qué letra empieza, cuál es el segundo sonido de determinada palabra, etcétera.
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EL AHORCADO
Es otra actividad a la que se ha jugado toda la vida y es súper útil para trabajar conciencia fonémica. Ya que implica el conteo de fonemas dentro de una palabra e ir situando los fonemas dentro de ella. Solo necesitamos papel y lápiz, aunque también podemos hacerlo en un espejo con rotuladores, en una pizarra con tiza, o con material más manipulativo.
A medida que el niño vaya mejorando en estas habilidades, es importante ir introduciéndolas en actividades lectoescritoras propiamente dichas. Y, siempre teniendo en cuenta la edad cronológica, el ritmo evolutivo del niño y su maduración cognitiva. Poco a poco se podrá ir pidiendo la escritura en papel. O en ordenador con sílabas aisladas, palabras y frases.
Trabajo en Equipo
Como en el resto de trastornos lingüísticos, es importante que haya una buena comunicación entre todos los profesionales que llevan a cabo la rehabilitación del paciente.
En este caso, del logopeda con los profesores, maestros de audición y lenguaje y pedagogos terapéuticos que trabajan con él en el entorno escolar.
Es fundamental que en ambos entornos, se siga la misma metodología y se lleven a cabo las pautas necesarias para facilitarles el acceso a la lectoescritura.
Hay que decir, que muchos niños con este tipo de dificultades se sienten frustrados en los colegios, ante tareas que impliquen el uso de habilidades lectoescritoras.
Nuestro trabajo como logopedas pasa también por acompañarlos en estos sentimientos e intentar proporcionarles las estrategias y herramientas adecuadas para que alcancen el éxito lector, y así mejorar su autoestima, su motivación y su interés por la lectura y la escritura y evitar con ello el fracaso escolar.
Espero que este artículo os haya sido de ayuda. Para despejar alguna duda que tuvierais sobre el tema que hemos tratado.
Pero si os surgieran preguntas, no dudéis en hacerlo en comentarios. O bien puedes ponerte en contacto con los Logopedas de Clínica Fuensalud y te despejaremos las dudas de forma personificada.
2 Comments
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MUCHAS GRACIAS POR SU CONTRIBUCIÓN
Buenos días.
Nos agrada saber que este artículo sobre la conciencia fonológica en el lenguaje de los niños, le ha resultado interesante y que le ha sido de utilidad.