Terapia Miofascial en la Fisioterapia
Seguramente estés sufriendo un dolor a nivel del cuello que llevas durante mucho tiempo con él y que probablemente no encuentras mejoría alguna. Si no que, todo lo contrario, cada vez ese dolor va a más. Esta sensación de dolor es padecida por muchos pacientes. Pero no sólo en la región del cuello, si no en cualquier otra parte del cuerpo. Pues bien, en el artículo que vamos a desarrollar esta semana os vamos a explicar cosas muy interesantes sobre estos dolores o molestias que en ocasiones se sufren. Pero a demás os vamos a dar las claves y os vamos a explicar el porqué se producen estas lesiones que en ocasiones resultan tan incómodas. Además, a lo largo del artículo os vamos a proponer una manera de poder tratar estos dolores musculares, mediante una técnica que es la Terapia Miofascial.
¿Te quedas conmigo para descubrir en qué consiste la Terapia Miofascial?
Introducción
Como hemos comentado anteriormente en ocasiones se padecen molestias o dolores que se prolongan en el tiempo y que finalmente resultan verdaderamente incómodas, necesitando la ayuda de un Fisioterapeuta.
Hay que decir, que las estructuras de nuestro cuerpo están todas conectadas entre sí. Por lo que cuando se padece una lesión en una zona, el resto del cuerpo tiene que compensarse para cubrir la disfuncionalidad que provoca dicha lesión.
Esta conexión de todo el cuerpo y las compensaciones a las que estamos haciendo referencias, se producen gracias al Sistema Fascial.
Pero, ¿qué es el Sistema Fascial?
El Sistema Fascial es un entramado de tejido cuya función va a ser la de unir y conectar las diferentes estructuras del cuerpo.
Esto va a se posible gracias a la fascia.
Pero, ¿qué es la fascia?
La fascia es un tejido formado principalmente por colágeno, cuya función va a ser la de recubrir todas las estructuras del cuerpo. Estas estructuras a las que nos referimos son:
- Músculos.
- Huesos.
- Vísceras.
- Nervios.
- Sistema Sanguíneo.
- Sistema Linfático.
Debido y gracias a esta unión, todas las estructuras del cuerpo están en conexión.
Por lo tanto, cuando se sucede una lesión, patología o molestia en una zona de nuestro cuerpo, el resto de las estructuras intentan compensar o equilibrar la falta o la ausencia de biomecánica.
¿Cuáles son las funciones del Sistema Fascial?
El Sistema Fascial forma un entrado de conexión tan importante, que es por ello que posee múltiples funciones.
Estas funciones son:
1.- FUNCIÓN DE PROTECCIÓN. Al envolver cada una de las estructuras del cuerpo las está protegiendo, conservando la fisiología anatómica de dichas estructuras.
Esta función es fundamental ya que la fascia forma la primera barrera protectora contra las variaciones de tensión que puedan aparecer.
2.- FUNCIÓN DE ABSORCIÓN DE IMPACTOS. Cuando se sufre un impacto o golpe, la fascia reacciona amortiguando dichos impactos, con el objetivo de mantener la integridad anatómica.
3.- FUNCIÓN DE MANTENIMIENTO ÓPTIMO DE LA ANATOMÍA. Gracias a la reacción de la fascia ante golpes o impactos las diferentes estructuras musculares se pueden mantener en perfecto estado.
4.- FUNCIÓN DE SOSTÉN. Como hemos comentado en varias ocasiones el Sistema Fascial une todos los componentes del cuerpo. Pero para que esta conexión sea óptima también debe proporcionar al cuerpo la función de sostén. De esta manera se facilitará la correcta movilidad o bien las posibles adaptaciones que tuviera que realizar la fascia.
5.- FUNCIÓN DE EQUILIBRIO POSTURAL. Debido a las compensaciones que genera el Sistema Fascial, se puede producir un desequilibrio postural. Es por ello, que es fundamental conservar íntegramente el buen estado de las fascias.
6.- FUNCIÓN DE PROPIOCEPCIÓN. El Sistema Fascial es capaz de transferir movimientos, impulsos e incluso mandar información a las diferentes estructuras o partes del cuerpo.
7.- FUNCIÓN DE NUTRICIÓN. El Sistema Fascial en su red interna cuenta con una cadena de capilares. Esto va a favorecer la correcta nutrición de los tejidos para su correcto funcionamiento.
8.- FUNCIÓN DE REGULACIÓN HEMODINÁMICA. Toda la red sanguínea y linfática de nuestro cuerpo está unida gracias al Sistema Fascial. Por lo tanto, este sistema va a intervenir en el retorno tanto de la sangre como de la linfa.
Como se ha podido comprobar el Sistema Fascial juega un papel muy importante en la correcta estructuración y coordinación de nuestro cuerpo. Y por lo tanto, una alteración o un desajuste en él puede general un desequilibrio en el resto de nuestro cuerpo.
Causas de desequilibrio del Sistema Facial
Son múltiples y muy variadas las causas por las que el Sistema Fascial se puede ver alterado. Algunas de estas causas ya las hemos mencionado anteriormente, pero existen muchas otras, entre las que podemos destacar las siguientes:
- Padecer lesiones musculares como por ejemplo una contractura.
- Sufrir un traumatismo, como por ejemplo un golpe o impacto o bien una simple caída.
- Después de una intervención quirúrgica.
- Estar sometido a estados de ansiedad y estrés.
- Una inadecuada o incorrecta higiene postural.
- Por la realización de movimientos continuos y repetidos.
Todas estas causas provocan que el Sistema Fascial se desequilibre o se desajuste, generando dolor o puntos de dolor. A esto se le conoce por el nombre de Disfunción Miofascial.
Estos puntos de dolor en ocasiones pueden estar muy localizados. Pero como hemos comentado anteriormente todo el Sistema Fascial está conectado. Pues bien, debido a esto en algunos casos el dolor puede aparecer de un lugar alejado del punto de inicio de la alteración.
A estos puntos de dolor se les conoce por Puntos Gatillo.
Para poder tratar esta Disfunción Miofascial los Fisioterapeutas contamos con una Terapia que es realmente efectiva que es la Terapia Miofascial.
¿En qué consiste la terapia miofascial?
La terapia Miofascial es una técnica manual que se utiliza en la Fisioterapia, con el objetivo de liberar las diferentes tensiones, molestias o limitaciones que puedan aparecer en las estructuras del cuerpo humano. Siendo así, que la Terapia Miofascial no sólo va actuar sobre el aparato locomotor, si no que también va a intervenir sobre otras estructuras corporales.
La Terapia Miofascial por lo tanto va a tener como claro objetivo:
- Suprimir cualquier limitación funcional.
- Restablecer o restaurar el equilibrio corporal.
- Rehabilitar las funciones del Aparato Locomotor.
- Eliminar cualquier síntoma de dolor que produzca.
- Acelerar los procesos de cicatrización. Esto se consigue gracias a que la Terapia Miofascial va a aumentar el riego sanguíneo favoreciendo con ello que los tejidos se nutran mucho mejor.
Indicaciones de la Terapia Miofacial
La Terapia Miofascial está indicada para tratar una larga lista de lesiones. Pero a continuación os vamos a nombrar las más importantes o las lesiones que más comúnmente se tratan:
- Lumbalgias.
- Ciáticas.
- Cervicalgias.
- Dorsalgias.
- Codo de Tenista o Epicondilitis.
- Codo de Golfista o Epitrocleitis.
- Hombro doloroso.
- Tendinitis del Manguito de los Rotadores.
- Tendinitis de Quervain.
- Túnel Carpiano.
- Tendinitis de la Pata de Ganso.
- Fascitis Plantar.
- Disfunciones o alteraciones de la Articulación Temporomandibular (ATM).
- Síndrome de latigazo cervical (Whyplass).
- Cefaleas mecánicas.
- Cicatrices.
- Fibromialgia.
- Trastornos o alteraciones respiratorias.
- Variaciones en el Sistema Nervioso Central o Periférico.
- Trastornos del Suelo Pélvico.
Contraindicaciones de la Terapia Miofascial
La Terapia Miofascial como se ha podido comprobar la Terapia Miofascial tiene un amplio campo de actuación. Pero como cualquier otra terapia, la Terapia Miofascial, también presenta ciertas contraindicaciones.
Es por ello que la Terapia Miofascial está contraindicada aplicarla en los siguientes casos:
- Cuando se sufran aneurismas.
- En el primer trimestre de embarazo.
- Si existen fracturas.
- En el caso que el paciente tenga fiebre.
- Si el paciente posee un tumor.
- En los casos que haya flebitis.
- Si hay alguna enfermedad infecciosa.
- Cuando el paciente presenta un grado de osteoporosis importante.
- En el caso que existan heridas abiertas.
¿EN QUÉ CONSISTE LA TERAPIA MIOFASCIAL?
La Terapia Miofascial es una terapia en la que se van a aplicar maniobras o técnicas muy suaves y lentas para liberar las limitaciones o restricciones que presente el tejido.
De esta manera se va a estimular la fascia para un correcto funcionamiento y equilibrio del cuerpo.
Tipos de técnicas en la Terapia Miofascial
Cuando se aplica la Terapia Miofascial los Fisioterapeutas podemos aplicar dos tipos diferentes de técnicas.
Estas técnicas son las siguientes:
-
TÉCNICAS SUPERFICIALES
Esta técnica también recibe los nombres de Técnicas directas o bien el nombre de Técnicas de Deslizamiento.
Esta técnica se va aplicar a aquellas zonas dónde se localice una limitación local o una restricción superficial.
Cuando nos encontramos ante este tipo de casos, las manos del Fisioterapeuta siempre se deben dirigir hacia el sentido dónde se localiza la restricción.
Cuando se aplica esta técnica, el paciente puede experimentar un cierto grado de dolor. Es por ello que el Fisioterapeuta debe ir poco a poco aplicando dicha técnica, respetando siempre y sin sobrepasar el umbral del dolor.
Esto es importante ya que, si el paciente siente mucho dolor, va a desarrollar un mecanismo de defensa, dificultando la relajación de la zona que se esté tratando.
Cuando se realizan estos deslizamientos, se pueden realizar de las siguientes maneras:
- Deslizamientos en “J”. Este deslizamiento se puede aplicar prácticamente en cualquier región o parte del cuerpo, dónde esté localizada la restricción.
- Deslizamientos transversos. Estos deslizamientos que se van a aplicar en zonas muy pequeñas, dónde no haya mucho espacio. Como por ejemplo en tendones o ligamentos.
- Deslizamientos longitudinales. Cuando se opta por este tipo de deslizamientos, es porque se la restricción está situada de manera longitudinal a las fibras del músculo. En este caso si está indicada utilizar algún tipo de crema o lubricante para permitir y facilitar el deslizamiento de las manos del Fisioterapeuta.
-
TÉCNICAS PROFUNDAS
Este tipo de técnicas también son conocidas por el nombre de Técnicas Indirectas o Técnicas Sostenidas.
Cuando se aplica esta técnica no significa que tengamos que aumentar la intensidad de la presión, si no que la presión que se ejerza va a ser más larga. Es decir, se va aumentar el tiempo de presión. Por lo tanto, siendo esta presión sostenida, larga y más profunda.
Cuando aplicamos esta técnica debemos estar muy atentos a la respuesta que vamos a ir percibiendo de los diferentes tejidos y estructuras, ya que en función de eta respuesta iremos modificando el tratamiento o las técnicas que estemos aplicando.
Dentro de estas técnicas profundas podemos encontrar cuatro técnicas o maniobras. Las cuales son:
- Manos cruzadas. Es quizás la técnica que más se utiliza en la Terapia Miofascial, ya que se puede aplicar en cualquier parte o región del cuerpo.
El objetivo de esta maniobra es liberar las restricciones más profundas, que no se pueden tratar o liberar con las técnicas superficiales.
- Planos trasversos. Esta técnica se va a utilizar cuando se aprecian restricciones o limitaciones en la región de la pelvis, en el diafragma, en la zona de la clavícula y en la región costal.
- Técnica Telescópica. Esta maniobra se va a utilizar principalmente para tratar las extremidades superiores e inferiores. Es decir, en brazos y piernas. Esta técnica consiste en realizar pequeñas y suaves tracciones siguiendo el eje del cuerpo del paciente. Podemos decir, que son como pequeños estiramientos.
- Balanceo de la Duramadre. Esta técnica se aplicará cuando se observa que el paciente presenta una dismetría. Pero también se realizará cuando no obtenemos una buena respuesta a cualquiera de las técnicas que hemos mencionado anteriormente.
Resumen
El Sistema Fascial esta distribuido de manera interrumpida por todo nuestro cuerpo. De tal manera que controla y dirige de una de las diferentes partes o regiones del mismo.
Cuando existe una alteración en Sistema Fascial, es resto del cuerpo se desequilibra apareciendo lesiones, dolor o molestia.
Para solventar este desequilibrio los Fisioterapeutas podemos hacer uso de la Terapia Miofascial. Esta terapia hace uso de una herramienta muy poderosa que son nuestras manos. Las cuales van a ejercer movimientos y presiones muy lentas y suaves para romper con las limitaciones o restricciones que se sufran.
Acupuntor, Osteópata C.O., Experto en Fisioterapia Deportiva.